• Antes de nada debemos aclarar que el concepto de “cultura dominante“ se fundamenta en la idea de que “las ideas dominantes son las de los sectores dominantes”.
• ¿Por qué?:
• Porque quienes tienen el poder material en una sociedad, poseen, a la vez, las condiciones y recursos para dominar en el plano educativo-cultural*.
• Y esto es lo que ocurre en nuestras sociedades. dominadas por la geopolítica norteamericana y sus socios, la oligarquía local de los distintos países de la región.
• A esta articulación del poder material con el poder cultural, la denominamos “poder real”.
• Esta confusión creada por la cultura dominante (el bloque de poder oligárquico) en la ciudadanía que conforma el amplio campo popular, tiene varias aristas.
• En realidad vamos a explicar cómo es y en qué consiste la “despolitización” provocada por dicha cultura dominante.
• Pero, para poder entender lo que vamos a explicar y fundamentar aquí, es preciso reconocer un conjunto de realidades objetivas que sin comprenderlas y ponderarlas, será imposible superar la “despolitización” causada por la cultura dominante.
• Por eso decimos que, sin aceptar, comprender y reflexionar sobre la gravitación, el alcance y las consecuencias de dichas realidades objetivas, principalmente la constituida por el ”poder real”, nuestras opiniones quedarán muy flojas de papeles, como se dice comúnmente en la calle.
• Tenemos que tomar consciencia de que dicho “poder real”, con sus herramientas para la “dominación cultural”, influye notablemente en nuestras opiniones, precisamente porque con ellas nos desinforman y manipulan.
• Y cuanta menos información crítica y formación política tengamos, mayor será dicha influencia y más condicionados estaremos.
• Pero todavía hay otro obstáculo, también resultado de la despolitización, la “naturalización” de una idea, que se ha constituido como “mito” de la democracia liberal (formal), de que hay que aceptar y respetar todas las opiniones y, por lo tanto, “es una acción antidemocrática” criticarlas y cuestionarlas.
• Y un tercer obstáculo, la creencia, inconsciente y naturalizada, de muchos ciudadanos y ciudadanas del amplio campo popular, de que es válido opinar sin conocimientos suficientes (información y formación) y, sus consecuencias, sin argumentos sólidos que fundamenten dichas opiniones.

REPASEMOS:…

Lo que debemos considerar es lo siguiente:

1. Reconocer las realidades objetivas y sus consecuencias en la dinámica política, que enseguida explicitaremos.
2. Tomar conciencia de que es un “mito” de la democracia liberal (formal) la creencia de que todas las opiniones deben ser respetadas, por lo tanto, es una acción antidemocrática cuestionarlas y criticarlas.
3. Revertir la creencia, inconsciente y naturalizada, de muchos ciudadanos y ciudadanas del amplio campo popular de que es válido opinar sin conocimientos suficientes (información crítica y buena formación política)

Veamos una por una dichas consideraciones:

Aprendamos a reconocer y aceptar las realidades objetivas y sus consecuencias en la dinámica política,

¿Cuáles son?;…

• El injerencismo e intervencionismo de la geopolítica norteamericana en la región y, por ende, en la Argentina es, sin duda, un hecho objetivo indiscutible.
• Algunos analistas se refieren al imperialismo norteamericano o imperialismo anglo-sajón, lo que es lo mismo.

• Este injerencismo e intervencionismo de la geopolítica norteamericana (imperialismo anglo-sajón), que constituye un enorme poder en la política argentina, es innegable, aunque no aparezca en las discusiones y debates políticos de nuestro medio.
• ¿Por qué no aparece?, porque no hay dudas de que es cuidadosamente ocultado, pero de una forma muy simple, no hablando de él en los medios de comunicación concentrados y redes sociales, que dominan el ochenta por ciento del espacio informativo.
• Una gran cantidad de ciudadanos y ciudadanas que pertenecen al amplio campo popular, aunque a veces lo nombren, sabemos que no han tomado conciencia todavía de la enorme influencia que tiene en la política de la Argentina, así como muchos otros países de nuestra región

• Vayamos a la Web y encontraremos datos objetivos de la historia ininterrumpida del injerencismo e intervencionismo (reconocido por el propio Estados Unidos) de la geopolítica norteamericana en la región.
• En las décadas de los sesenta y setenta del siglo pasado mediante golpes de Estado cruentos cívico-militares (golpes duros) y en la actualidad mediante la guerra jurídica (lawfare) (golpes blandos) a través de operaciones mediático-judiciales.
• Y el lawfare requiere de la política de la posverdad, esto es, de fake news, mentiras y estigmatizaciones de los líderes, políticos y gobiernos de sesgo nacional y popular.

• Así como todos los gobiernos de la región (Honduras, Paraguay, Brasil, Ecuador, Bolivia) con sus líderes, funcionarios y políticos, que defienden los intereses nacionales y populares, fueron y son boicoteados, desestabilizados, destituidos y estigmatizados mediante el injerencismo e intervencionismo, del que el lawfare es una herramienta, al kirchnerismo, una expresión progresista del peronismo, le ocurrió y ocurre lo mismo.
• Y esta realidad, que es objetiva y está perfectamente documentada, pero que una gran parte de la población no conoce porque está desinformada y manipulada por los medios de comunicación y las redes sociales en manos del poder real, es clave para entender en forma crítica nuestra realidad política.
• Por eso, a todxs los que ignoran las consecuencias sobre la dinámica política que tiene la realidad objetiva que acabamos de señalar, les pedimos que:
• En primer lugar acepten como hecho objetivo el carácter dominador de la geopolítica norteamericana y la situación de dependencia que tiene la Argentina respecto de dicha geopolítica.
• Y en segundo lugar, extraigan las consecuencias que se derivan de dicha dominación, una de las cuales, muy importante, es la estigmatización de las ideas, gobiernos y líderes políticos que promueven y defienden los intereses nacionales y populares.

Cuando alguien dice:

• “vote a Milei porque no había otra alternativa, te imaginás que no iba a votar a Massa, al kirchnerismo”,
• no hay duda de que está siendo “hablado” por la cultura dominante, no habla desde su propio raciocinio.

• Como ejemplo dramático de esto que señalamos tenemos la última elección que tuvimos en nuestro país, en la cual la estigmatización del kirchnerismo fue una de las causas principales para el triunfo del peor candidato que podamos imaginar, un supuesto outsider de la política que, en realidad, es un titere perfecto de la geopolítica norteamericana, que vino a realizar un “ajuste” feroz sobre el pueblo mediante la generación de una brutal recesión de la economía.
• No cabe duda de que la persecución y estigmatización de los gobiernos y líderes nacionales y populares mediante el enorme poder del bloque oligárquico (“poder real”), logró un efecto concreto en una parte importante de la ciudadanía que conforma el amplio campo popular. ¿Cómo lo logró?:..

• Lo hizo mediante su poder y capacidad mediático- educativo-cultural para “construir opinión pública manipulada” (nosotros la denominamos “opinión pública enajenada”*).
• En: Lens, Jose Luis (2022) La alfabetización política del soberano. Buenos Aires: Editorial de Autores de Argentina, ver: “opinión pública enajenada”, página 368.
  • El mito de la democracia liberal (formal):
  • El respeto sagrado y dogmático a la opinión de los ciudadanos y ciudadanas
  • Y la acusación de antidemocráticos a quienes cuestionen o critiquen dichas opiniones
  • Y cuando aparecen esos cuestionamientos y criticas, la reprimenda de muchos ciudadanos es “dejalo opinar”, como si la crítica fuera una acción de censura.
  • También es cuestionable la creencia, inconsciente y naturalizada, de muchos ciudadanos y ciudadanas del amplio campo popular de que es válido opinar sin conocimientos suficientes (información crítica y buena formación política)

• Ahora bien, ¿qué hacemos con esta opinión pública manipulada, enajenada que, de acuerdo con el mito de la democracia liberal, debe ser respetada, sin cuestionamientos ni críticas y que, además, quienes la enuncian se refugian, en forma inconsciente y naturalizada, en la idea de que es válido opinar sin conocimientos suficientes (información crítica y buena formación política)?

Les preguntamos ahora:

– ¿en verdad, sería antidemocrático cuestionar y criticar las opiniones de la ciudadanía resultantes de la manipulación mediático- educativo-cultural?

– Y los que las manifiestan, ¿deberían sentirse mal cuando se las criticamos y cuestionamos?

Y unas preguntas inquietantes más:

• ¿Podemos hablar de “democracia” y “legitimidad de origen” en una sociedad donde los medios de comunicación y las redes sociales están en manos de la oligarquía, es decir, son hegemónicos?
• Porque los partidarios de la Libertad Avanza no se cansan de hablar del 56% que le otorgan a Milei una legitimidad democrática de origen

• ¿Podemos hablar de “legitimidad de origen” con medios de comunicación hegemónicos y redes sociales en manos de los sectores dominantes?
• Creemos que no, que los monopolios mediáticos y las redes sociales manejadas por las grandes plataformas digitales, debilitan notablemente la democracia.
• Pero la supuesta “legitimidad de origen” deja de tener valor cuando no es convalidada por la “legitimidad de ejercicio” que, evidentemente, el gobierno de Milei, por su odio al Estado y al pueblo, la viene perdiendo en forma acelerada!!
• Dadas las características de la democracia liberal (formal), la enorme gravitación e influencia del “poder real” y el bajo nivel de alfabetización política de una parte importante de la ciudadanía que conforma el amplio campo popular, los funcionarios, políticos y líderes del campo nacional y popular están más propensos a ser influenciados y condicionados por los sectores dominantes, que a escuchar y solucionar las demandas del pueblo.
• No hablemos de los representantes políticos surgidos del riñón del grupo de poder oligárquico, que se camuflan como democráticos en el marco de la confrontación partidaria de la democracia liberal (formal), porque de esos no podemos esperar nada para la nación y el pueblo, precisamente porque no representan sus intereses y valores, sino los de la oligarquía.
• Por todo esto es que decimos que tenemos una crisis de “representatividad”, porque quienes deben representar los intereses y valores del pueblo, en realidad, representan los contrarios.

En síntesis:…

• El bloque de poder oligárquico, para imponer el dominio que su ADN le exige, debe “despolitizar” a la ciudadanía que conforma el amplio campo popular.
• Despolitizar es equivalente a “desempoderar”, porque los ciudadanos y ciudadanas despolitizados carecen de poder.

Por eso:…

• La oligarquía ha configurado y configura el sistema educativo a la medida de sus intereses y valores, convirtiendo en hegemónicos a los medios de comunicación y poniendo a las redes sociales a su servicio a través de los intereses y valores de las grandes plataformas digitales.
• La oligarquía, camuflada como democrática, cuando es antidemocrática por naturaleza, promueve el “mito” de que todas las opiniones políticas de los ciudadanos y ciudadanas tienen el mismo valor y deben ser respetadas por igual y quienes las cuestionen y critiquen deben ser acusados de “antidemocráticos”.
• La oligarquía banaliza el saber y comprensión de la política por parte de la ciudadanía que conforma el amplio campo popular, promoviendo y estimulando la idea de que “todas las opiniones son válidas”, independientemente de la calidad de sus fundamentos y del nivel de formación política de quienes las enuncian*.
• Con nivel de formación no hacemos alusión a la educación formal, esto es, a los certificados y titulos obtenidos, sino a la capacidad para entender en forma crítica la realidad política. En: Lens, José Luis (2022) La alfabetización política del soberano. Buenos Aires: Editorial Autores de Argentina, ver. “Inteligencia política”, página 330.

• La oligarquía, a través de su dominio educativo-cultural, trabaja en la tarea continua de “construir opinión pública manipulada (enajenada)”
• Es una gran ingenuidad pensar que la “cultura dominante, que es la de los sectores dominantes”, va a formar políticamente a la ciudadanía, lo cual sería un suicidio, cuando sabemos que las clases dominantes no se suicidan .
• No van a formar al pueblo para que aprenda a lucha en su contra!!
• Nosotros los ciudadanos y ciudadanas comunes, atendiendo a todo esto que hemos señalado, tenemos la responsabilidad de asumir la tarea de elevar nuestro nivel de alfabetización política, lo que nos exige dedicarle tiempo y reflexión, abandonando la idea errónea de que sin un esfuerzo responsable podemos opinar, dar consenso y votar sin que ello tenga consecuencias.

 

• Las consecuencias de nuestro desdén por la política pueden ser catastróficas, como lo prueba el momento que estamos viviendo.

El “empoderamiento” de la ciudadanía que conforma el amplio campo popular, que tiene su primer paso en la tarea de elevar su nivel de alfabetización política, es fundamental para:

• Evitar formar parte de la opinión pública manipulada que construye la oligarquía
• Conformar un poder para equilibrar la asimétrica correlación de fuerzas entre la oligarquía y el pueblo que, hasta el momento, favorece a la primera.
• Sustanciar la esperanza de conseguir hacer efectiva la transición de la democracia formal que tenemos a una “real”, en la que el pueblo sea quien tiene el poder.