La perversión del neoliberalismo

La perversión del neoliberalismo

Ya se trate de gobiernos de signo popular o de derecha, el enemigo siempre es el neoliberalismo. En el primer caso contamos con una parte, que puede ser menor o mayor, del poder político. En el segundo caso, el más complejo y difícil, no contamos con nada^[1], ya que el poder político y el poder real están ambos en manos de la derecha neoliberal.

Es increíble cómo una elección cambió todo en la Argentina. De golpe nos encontramos en medio de un ajuste neoliberal de características brutales. Un gobierno repleto de CEOS de corporaciones que, por supuesto, gobernarán para ellas. Desapareció el lobby, porque los grupos económicos ya no están fuera del Estado, sino que conforman el propio Estado.

El plan es reinstalar el neoliberalismo puro y duro en la Argentina. Las grandes premisas: bajar el costo laboral generando desocupación, privatizar las empresas del Estado, desmantelar el Estado en sus políticas orientadas a los sectores del campo popular, quitarle todo capacidad al Estado para regular y controlar la economía, que debe quedar librada al imperio del Mercado, usar el Estado para hacer negocios privados que, con un gobierno CEOS lo tienen servido en bandeja, porque están de los dos lados del mostrador.

SUENA MUY OBVIO, PERO SI ESTÁN DE LOS DOS LADOS DEL MOSTRADOR, ES RIDÍCULO Y MUY INGENUO ALENTAR ESPERANZAS DE QUE PUEDEN LLEGAR A CAMBIAR SUS POLÍTICAS. SU PERVERSO ADN HECHO DE EGOÍSMO Y VORACIDAD DE PODER LO IMPEDIRÁN TOTALMENTE.

LAS ESPERANZAS NUNCA SE DEBEN DEPOSITAR EN LOS DOMINADORES, PORQUE JAMÁS CAMBIAN, SINO EN NOSOTROS, LOS DOMINADOS, QUE SÍ PODEMOS Y DEBEMOS CAMBIAR.

Todo esto suena muy perverso, pero está inscrito en el ADN de la derecha conservadora neoliberal, por lo tanto, suena ridículo y muy ingenuo, que esta gente pueda dar un giro a sus planes. Vienen para hacer esto y, si no los detenemos, lo harán irremediablemente.

Es indignante comprobar que un gobierno asuma con la idea preconcebida –hay muchas pruebas de esto que señalamos- de dejar sin trabajo a millones de personas, para presionar la baja de los salarios^[2], a los efectos de mejorar la competitividad de las empresas. Parece mentira que se pueda planear algo semejante. Un plan diabólico, porque es generador de angustia, dolor y desesperación en millones de hogares argentinos, para satisfacer la avidez de ganancias de las corporaciones. Así es el neoliberalismo, una ideología insensible y deshumanizada.

Este plan maestro de desocupación masiva, se vertebra en la apertura económica, que abre en forma indiscriminada las importaciones y ataca severamente la industria nacional, la reducción del mal llamado “gasto” social, el ajuste fiscal y la reducción de la obra pública. Mientras tanto, nuestro presidente dice cínicamente que lo único que le interesa es hacer felices a los argentinos. ¡Qué hipocresía!!

1. No es totalmente correcto decir “no contamos con nada”, porque el congreso, por ejemplo, en el caso Argentino, aun tiene mayoría de miembros de partidos populares. Aunque, como ya ha ocurrido, no podemos descartar corridas y traiciones. Además, más de la mitad de las provincias tiene gobernadores del Frente para la Victoria, el partido del último gobierno derrotado en las urnas. No obstante, es verdad que también pueden doblar a la derecha, sobre todo a partir de las presiones del gobierno, que los amenaza con “carpetazos” y con el manejo de la co-participación federal. Por cierto, debemos lamentar que algunos ya lo han hecho, y nada nos garantiza que otros no lo hagan. Saber “dividir para reinar” es, sin duda, una competencia de la derecha neoliberal. ↑
2. Los economistas del gobierno macrista sostienen que los salarios de nuestro país son muy altos en dólares y deben adecuarse a los de la región, que son más bajos. Por supuesto, que aquí está operando la lógica de la “competitividad” del orden financiero económico global. Y es claro que en el altar de esa lógica los trabajadores son la ofrenda a sacrificar. ↑