Los ocho hitos de la “Teoría de la contradicción principal como fundamento de la lucha política”
Los ocho hitos de la “Teoría de la contradicción principal como fundamento de la lucha política”
Hito significa “punto sobresaliente”, que hay que tener muy en cuenta, porque en él se destaca la importancia y el valor de la teoría.
Nuestra teoría tiene ocho hitos, que señalamos a continuación, que son clave para comprenderla y aplicarla en el proceso de elevación de nuestro nivel de alfabetización política:
Primer hito de la Teoría: Nos permite “tomar conciencia” de la evidencia, en la base del cuerpo social, de la contradicción de intereses y valores entre la oligarquía y el pueblo. De esta evidencia irrefutable, que es la contradicción principal, como veremos, se deduce todo…
El segundo hito de la Teoría: Nos invita a tomar conciencia de la existencia de dos contextos de la política:
- El de la contradicción principal oligarquía-pueblo, donde se pelea por el “poder real”.
- El de la confrontación partidaria, propio de la democracia liberal, donde se disputa la administración del Estado.
Tomar conciencia de la existencia de dos contextos de la política, que nosotros denominamos “dimensiones” de la política, es clave por la importancia de sus implicancias y derivaciones en el proceso de alfabetización política de la ciudadanía que conforma el amplio campo popular. En la tabla siguiente podemos ver dichas implicancias y derivaciones:
| Contexto de la contradicción principal oligarquía-pueblo | Contexto de la confrontación partidaria |
|---|---|
| Se lucha por el poder real | Se disputa la administración del Estado |
| Se opta entre la oligarquía y la patria y el pueblo | Se opta por un partido político |
| Dimensión trascendente de la política | Dimensión inmanente de la política |
| Significado “social” del concepto de política | Significado “partidario” del concepto de política |
| Politización | Partidización |
| Definición de la “identidad política” | Definición de la “identidad partidaria.” |
| Militancia política | Militancia partidaria |
| La identidad política es “previa” y fundante de la “identidad partidaria” | La identidad partidaria debe definirse a partir de la identidad política |
| Re-valorización del concepto de política | Des-valorización del concepto de política por la crisis de representatividad |
| Instalación de la charla y el debate político en nuestro cotidiano. | Desalojo de la charla y el debate político de nuestro cotidiano, porque genera desencuentros y conflictos entre familiares y amigos. |
| Valorización del debate político a partir de la utilización del modelo de la Verdad, que nos permite elevar el nivel de alfabetización política de la ciudadanía. | Desvalorización de la política y del debate político a partir de la utilización del modelo de la pos verdad |
| La ciudadanía con pensamiento crítico y conciencia política sabe que sin darle lugar al influyente y decisivo “poder real”, no es posible comprender la realidad política. | La ciudadanía con un déficit de formación política cree que la política se dirime en forma “exclusiva”, dejando de lado al influyente y decisivo “poder real”, en el contexto de la confrontación partidaria, lo que es un grave error. |
El tercer hito de la Teoría: Nos invita a tomar conciencia de que la contradicción nos exige una opción ético-política por la patria y el pueblo. La contradicción principal oligarquía-pueblo nos exige realizar una opción. En esta lucha, los ciudadanos y ciudadanas que por nuestra condición socio-económica pertenecemos al amplio campo popular, tenemos una primera “responsabilidad indelegable”, realizar la opción ético-política por la “patria” y el “pueblo”, que nos exige la contradicción principal oligarquía-pueblo. Esta opción es clave porque con ella definimos nuestra “identidad política”, que es previa a la “identidad partidaria” y en la que se funda esta última.
El cuarto hito de la Teoría: Es la definición, a partir de la opción, de nuestra “identidad política”. La definición de nuestra “identidad política” es clave para:
- Darnos cuenta de que la “identidad política” es fundamental para decidir nuestra “identidad partidaria”.
- Ejercer nuestra soberanía más allá de nuestros representantes.
- Apuntalar la “unidad” del amplio campo popular.
El quinto Hito de la Teoría: Nos explica por qué la dinámica política se rige por las lógicas del poder y la posibilidad. Porque la contradicción de intereses entre la oligarquía y el pueblo se dirime en una lucha de poderes, y esa lucha está dominada por una lógica de poder. La razón no es difícil de comprender: las oligarquías poseen un ADN que se sustancia en deseos ilimitados de dominio y, por lo tanto, su lenguaje es el del poder. No entienden otro, y un poder se combate con otro poder, en este caso el de un pueblo empoderado. Comprender esta realidad es fundamental en nuestro proceso de alfabetización política. El motor de la dinámica política es el conflicto establecido entre los polos de la contradicción, y si es así, no nos pueden quedar dudas de que la dinámica política se rige por la lógica del poder.
El sexto Hito de la Teoría: Nos explica cómo tomar decisiones políticas estratégicas mediante la aplicación de una ética de la responsabilidad. La diferencia entre una ética de los principios y una ética de la responsabilidad es que en la segunda nos debemos hacer cargo de las consecuencias de nuestras acciones. En este hito aprendemos a tomar decisiones políticas estratégicas porque la diferencia entre una ética de los principios y una ética de la responsabilidad es que en la segunda nos debemos hacer cargo de las consecuencias de nuestras acciones.
El séptimo Hito de la Teoría: Nos invita a tomar consciencia del poder popular, que está dormido:
¿Por qué decimos que está dormido? Porque el pueblo, la ciudadanía que conforma el amplio campo popular, está siendo observada por el sistema todo el tiempo para saber qué nivel de legitimidad le otorga a sus representantes.
¿Cómo lo hace el establishment? Mediante las encuestas y los focus groups.
Si el nivel es alto, la oligarquía avanza con su dominación.
Pero si el nivel baja, la oligarquía comienza a temblar, porque necesita imperiosamente la legitimación del pueblo.
Pero, el pueblo no sabe el poder que tiene.
El poder de la ciudadanía que conforma el amplio campo popular comienza a manifestarse cuando se eleva su nivel de alfabetización política.
¿Por qué? Porque ya no puede ser manipulado, ya no puede ser el blanco de la construcción de opinión pública enajenada, porque ahora está empoderado.
Las mediciones del establishment comenzarán a mostrar que este pueblo ahora no legitima a sus verdugos, sino que los rechaza, que no los legitima.
Y un pueblo que no legitima a sus opresores es un pueblo libre y muy poderoso.
El octavo Hito de la Teoría: Nos señala que la construcción de un “proyecto de poder nacional y popular” debe ser el principal objetivo de la lucha contra la oligarquía.
Ya no alcanza con la administración del Estado, si no logramos equiparar la asimétrica correlación de fuerzas entre la oligarquía y el pueblo, que es favorable a la primera.
Porque un pueblo desinformado y manipulado, un pueblo oprimido por la cultura dominante del bloque de poder oligárquico, es un pueblo desempoderado.
Por eso, tenemos que plantearnos el objetivo de lograr una sinergia entre los gobiernos nacionales y populares y quienes conformamos el amplio campo popular, porque los gobiernos necesitan imperiosamente de un pueblo empoderado que los incentive, los controle, los demande y los sostenga.
La historia y el presente nos enseñan que la alternancia perversa entre gobiernos populares y de la derecha neoliberal, sólo podrá ser quebrada mediante la sinergia entre gobierno y pueblo.
Y en el enorme desafío de crear un “proyecto de poder nacional y popular” no debemos olvidar nunca, que:
“De la conciencia política de cada uno depende el destino de todos”
